Es importante estar atento a las intenciones de tu oponente en cada jugada. Conviene calcular los posibles jaques, capturas o amenazas que pueda realizar nuestro rival, ya que estas son el tipo de jugadas que te pueden poner en apuros si no las prevés con antelación. En ocasiones tu oponente planteará más de una amenaza, y deberás encontrar un movimiento que las pare todas, así que tómate tu tiempo para contemplar las diferentes ideas que pueda haber. La mejor forma de evitar caer en problemas es preguntarte a ti mismo en cada jugada “si mi rival pudiera hacer otro movimiento, ¿qué jugaría?".